MUERTE A LOS MUERTOS
|
|||||
Conversación 34 |
||||||||||
Ciudad de Méjico, 25 de abril. - Señor, ¿pertenece usted al partido de los vivos o al de los
muertos? Así me interpeló anoche el joven vestido de negro que se sentaba
a mi lado en la desierta sala del Bar de No le respondí y lo miré fijamente; hasta ese momento no había
reparado en su presencia: su rostro era alargado como el de algunas figuras del Greco, era moreno y delgado, tenía bigotes
negros bien recortados, unos ojos vivaces de gato salvaje a la espera de saltar sobre su presa. Tenía algo de bandido y de
poeta, algunos de sus rasgos hacían pensar en antepasados indios. Pensé primeramente que mi interpelante habría bebido excesivamente,
y recordé que con los borrachos conviene ser sincero, por lo cual le respondí que no comprendía bien su pregunta. - Usted es viejo - afirmó desdeñosamente el desconocido joven,
y debería saber mejor que yo que los muertos perjudican y subyugan de mil maneras a los vivos. Los muertos, muertos están
sin duda, pero son infinitamente más numerosos que los vivos, y en todas las guerras triunfa en definitiva la superioridad
en número; además, los muertos no tienen nada que perder y están seguros de su inmunidad y de su impunidad; son prepotentes,
maliciosos, malignos, ¡pobre de quien no sabe defenderse de los muertos! Siempre llevamos la peor parte; ¿recuerda la vieja
frase francesa? Le mort saisit le vif . Tienen un poderoso aliado: el miedo y la superstición de los vivos. ¿Sigue
mis explicaciones? - Sigo sus palabras, pero aún no comprendo bien qué es lo que
quiere demostrar y a dónde quiere llegar. -¿No es usted el famoso mister Gog? Me habían dicho que no sólo
era un hombre rico, sino también - excepción muy rara entre los potentados del dinero, que además era inteligente. Tal vez
me han informado mal, y ahora le pido disculpas por haber expuesto razonamientos que trascienden su inteligencia de simple
propietario de dólares. - Tenga un poco de paciencia, amigo. Quizá logre comprender
si tiene la cortesía de añadir alguna dilucidación concreta. Me atraen todas las ideas, ninguna me espanta. - Le dedicaré entonces diez minutos más, y no más de diez minutos
porque no tengo tiempo para desperdiciar. Así pues, le diré que quiero proclamar y conducir la revolución más formidable que
se ha visto sobre la tierra desde el Diluvio Universal: la revolución de los vivos contra los muertos. Creemos ingenuamente
que los muertos no existen, siendo así que durante siglos usurpan nuestro espacio y nuestro tiempo, dominan nuestro pensamiento,
nos oprimen con sus fantasmas y con sus antojos. Los muertos son señores y dueños de los vivos. Es necesario concluir de una
vez con esta engañosa y perpetua esclavitud. »Fíjese en nuestras escuelas: gran parte del tiempo de enseñanza
se emplea para explicar y aprender las vicisitudes, aventuras, vergüenzas y teorías acerca de los muertos. La historia, ese
ídolo de la gente moderna, no es más que un interminable y aburrido Libro de los Muertos. »En política debemos obedecer constituciones, leyes, costumbres
y fórmulas que, en grandísima proporción, son obras elaboradas con el pensamiento de personas muertas. En la vida privada
nos vemos obligados a obedecer las llamadas «últimas voluntades» de los muertos, sus quirógrafos, sus testamentos espirituales
y no espirituales. En los países católicos se recurre diariamente a los sacerdotes para oficiar ceremonias con el objeto de
lograr la salvación eterna de los muertos. Nuestros museos están llenos de obras de muertos célebres que, con el prestigio
de su antigüedad, impresionan a los jóvenes, desvigorizan los ingenios y obstaculizan cuanto pueden el surgimiento de novedades.
Muchos de los artistas se ven atados aún ahora a los cánones de la escultura griega de veinticinco siglos atrás y a los preceptos
de los pintores muertos Mace quinientos años. »En nuestras plazas se pavonean difuntos famosos, ya sea a caballo
y con el sable desenvainado en alto, amenazando, ya sentados como pensadores, vestidos con ropas pasadas de moda. »En todos los países del mundo hay millares de imbéciles: espiritista.5,
magos, metafísicos, que pretenden evocar a los muertos o, por lo menos, trabar con ellos alguna relación misteriosa. »Finalmente, los muertos ocupan una grandísima extensión de
la superficie terrestre. Los cementerios, que cada día se multiplican y se amplían, son una creciente amenaza de carestía
y de hambre. Aumenta la población, y al mismo tiempo las áreas cultivables, aptas para proporcionar alimento a los vivientes,
se convierten en «lugares para el último descanso de los muertos». Si en los milenios pasados no se hubiera destruido a las
necrópolis, hoy en día no habría ni una hectárea de terreno para sembrar trigo. Hay en la tierra demasiadas tumbas, demasiados
sepulcros, túmulos, campos santos, capillas funerarias, etc. ¡O matamos por segunda vez a los muertos o éstos nos harán morir,
dentro de poco, como a perros hambrientos! »Supongo que ahora habrá comprendido la necesidad, más aún,
la urgencia de la revolución que quiero promover. Es preciso cambiar, y en el menor tiempo posible, el estado actual de esas
cosas: el dominio de los fallecidos sobre los vivientes. Ya he elegido la palabra de orden: ¡Muerte a los muertos!, ¡vivan
los vivos! »¿Quiere ayudarme con su dinero? Se precisan grandes sumas:
para la propaganda de la idea, para la destrucción de los monumentos y de los cementerios, para la violenta supresión de todos
los traidores partidarios y cómplices de los muertos. ¿Qué quiere ser usted?, ¿una de nuestras columnas o una de nuestras
víctimas?». - Finalmente - le respondí, he podido comprender perfectamente
el sentido y la finalidad de sus razonamientos. Me ha persuadido de que los muertos son más poderosos que los vivos, y consiguientemente,
como ya soy viejo, cosa que usted ha hecho observar gentilmente, prefiero pertenecer al partido de los más fuertes. El joven vestido de negro permaneció un momento sin saber qué
decir, y, yo aproveché su confusión para salir del bar y subir prestamente en el automóvil que me estaba esperando afuera.
|
||||||||||
Enter content here |
||||||||||
Enter supporting content here |
||||||||||